viernes, 30 de mayo de 2014

Mis memorias del Viejo..., ¡Mundo!, Londres.

     Después de una VERDADERA ODISEA...,  para llegar a Londres, después de haber tomado tren de Stuttgart a Koln, y de Koln a Oostende, y de ahí al transbordador, que era un barco jet, a el Puerto de Dover de Inglaterra, la hora a la que tenía que haber llegado supuestamente a Londres, según Hans, Amparo y yo, era a las 8:00pm o 9:00pm a más tardar, y resulta que llegué a las 2 de la mañana, y todo por los ingleses con sus investigaciones en la aduana, como les dije toda la verdad, que primero iba acompañada y después ya no, se les hizo raro, bueno pues me revisaron taaaaaaan bien todas las maletas y mi bolsa, que hasta sacaron cosas, que ya ni yo me acordaba que llevaba, la que me preguntaba, primero en inglés y luego en español, pues resultó española, bueno pues no sólo a mi me estaban preguntando, sino también a un Sr. de E.U. de Texas, que se veía muy buena gente, bueno, el chiste es que cuando me empecé a asustar , en serio, fué cuando me dieron un papel  blanco, y le pregunté si lo tenía que firmar, pero me dijo que no, y que me pongo a leerlo, decía que si ellos querían, me podían hasta hacer un exámen médico, y ahí fué donde  me empecé  a imaginar un chorro de cosas: que me iban a hacer la desaparecida..., para luego traficar con mis órganos, y un montón de cosas más...,  ahí sí que pensé: "Qué lejos estoy", "Cómo quisiera que ésto fuera sólo un mal sueño", o hablar a la casa: " ¡vengan por mí!", bueno,  pues después de más de una hora de entretención, que a mí me parecieron muchas...,  por fin va la mujer española y me dice: ¡"Felicidades, le dieron permiso por 7 días"!, y yo furiosa le dije: que para qué me servía eso, si en un día que me tenía que quedar, para al día siguiente tomar el avión, que yo sólo iba a tomar mi avión, porque no había podido cambiar el boleto para salir de Alemania, pero en fin, llegó el último tren a Londres, (según eso, el último), y por poco y no lo alcanzo, si no es por un policía que me ayudó con las maletas, íbamos corriendo como locos, pero alcancé a subir. El maquinista me dijo que a Londres eran 3 horas, pero que podía tomar otro tren, en otra estación, y llegaba más rápido, a mí lo que me importaba era llegar a Londres  sana y salva, así que después de estar bien segura, bueno más bien regular, me fuí en ese tren; mientras iba un señor no me dió miedo, pues ibamos en el vagón  de 2a, estaba muy sucio el tren, y olía a puro cigarro, pero el señor se bajó como a los 20 minutos, y después iba yo sola, pero luego, se subieron 5 muchachitos "punks", y se me acercó uno, preguntándome si tenía encendedor, y le dije disculpándome, que no tenía; iba yo bien asustada, y hasta las manos me sudaban frío, yo me hacía la que "no los veía", y hacia como que iba escribiendo, en mi libreta, (que más tarde perdí),  iba dibujando puras rayitas,  y rezando mucho, sólo pensaba que de un momento a otro me mataban y se iban con mis cosas, o por lo menos me robaban mi bolsa, y como yo llevaba 5 maletas,  y ellos eran 5, pues cada uno cargaba con algo; pero luego se bajaron gracias a Dios, pero yo ya no quedé tranquila, y cada vez que el tren se paraba, que era cada 10 minutos o menos, ¡me daba un miedo!, después oí en el altavoz,  que el maquinista decía que era la última parada, hasta la próxima estación London-Victoria, pero ya no estaba segura de haber entendido bien, pero después constaté que sí, pues a los 30 minutos siguientes, ya no hizo paradas, hasta la última,  de la estacíon London-Victoria, me sentí por fin tranquila al bajarme del tren...

     Ya en la estación, fuí a preguntar a la información de hoteles, y casi me voy para atrás,  cuando me dicen que costaban como 50 libras, que eran 100 dólares, pues la libra es más cara que el dólar, pero no me quedó de otra, y reservé en el Vernon, en eso llegó el Sr. Tejano, y me platicó como le fué , que también a él le hicieron batallar, al rato llegaron 2 muchachas,que eran de Indonesia, a preguntar también por hotel , y luego fueron conmigo a decirme si nos íbamos las 3 en el taxi, para que nos saliera más barato, y les dije que sí, ellas llevaban muchísimo equipaje, bolsas y bolsas..., una se llamaba Poli y la otra Betsi, Poli era la menor del gorrito negro, y Betsi la mayor; nos subimos al taxi, que por cierto son muy singulares, pues son autos antigüos, pero muy muy bien cuidados, en la parte de adelante no tienen asiento, y el chofer va del lado derecho, y en realidad fué muy divertido subirme al taxi, pues era totalmente diferente a los horribles de aquí; llegamos al hotel,  y a ellas les dieron cuarto en el último piso, que era el cuarto,  y a mi en el segundo, y me preguntaron que si quería,  podíamos salir a pasear al día siguiente las 3 , y les dije que sí, pero más que pasear, a mí me importaba arreglar y poner en claro lo de mi boleto de avión, y me dijeron que ellas también necesitaban ir a arreglar de su boleto, así que quedamos que sí.  Llegué a  mi cuarto, y sí me gustó la decoración, tenía un papel tapiz, de flores en tono pastel y el techo era muy alto, en la noche tuve mucho frío, y éso que me dormí con todo y sweater, pero hasta el día siguiente,  me dí cuenta de que la ventana del balcón estaba un poco entreabierta.

     Al día siguiente, me levanté como a las 9:00 am, y nos fuímos las 3  a desayunar al comedor del hotel, que parecía como de casa, pero era bonito y agradable, y lo que más me llamó la atención, era que estaba en el sótano,  y se veían las piernas de las personas que pasaban por la calle, era igual a los programas que había visto en TV,  el desayuno constaba de café, o café con leche, pan tostado,  (bien rico,  pues estaba bien esponjadito), y con mantequilla y mermelada, (esa no me gustó mucho), y un huevo estrellado; lo bueno era que ya estaba el desayuno incluído en el precio. Terminamos de desayunar, y nos salimos, pero con 2 maletas de ellas y mi carrito de maletas,el cual quedó un poco "destartalado" de tanto ajetreo; primero fuímos al aeropuerto de donde ellas íban a salir, porque yo iba a salir de Gatwick, nos fuímos en el metro, y al igual que en París, y me imagino que en todas partes que hay metro, se subía gente a hacer "shows", nos tocó ver a unos cantantes, y en el metro Betsi me regaló un pomito de agua para beber, que guardé  luego de recuerdo, se me hizo un detalle bonito, y además decía que las 3 éramos hermanas, llegamos al aeropuerto, y en lo que Betsi preguntaba, yo fuí a hablar por teléfono,  a Mirco a Venecia, la primera vez contestó su mamá, y en lo que lo fué a buscar, el teléfono "devoraba" las libras, y mejor colgué..., y volví a cambiar monedas para volver a llamar, ya me contestó,  y por estar cuidando el teléfono,  casi no ponía atención, así que él dijo que mejor colgara y él me hablaba, le dí el número telefónico de la cabina,  y él me llamó a los 3 minutos, fué muy divertido, y así ya platicamos más a gusto, de que se iba a cambiar de trabajo, y que a ver cuando venía a México,  a conocer a mis primas y amigas, hasta que nos despedimos. De ahí del aeropuerto, nos fuímos las 3 a el Palacio de Buckinham,  y el parque que está en frente, vimos los soldados de La Guardia, y el cambio de Guardia de los azules, que son los guardaespaldas de la Reina Elizabeth, sí me gustó, pero los movimientos se me hicieron algo exagerados.

     De ahí fuímos a Picadilly Circus, que es una glorieta con leones de bronce o algo así, y hay muchas palomas,  y venden alimento para que las palomas se les paren en el cuerpo, y tomarse fotos, a Poli le tomé una foto con su cámara,  y luego llegaron unos malvados y le hecharon mucho en su sombrero, y ya no sabía qué hacer con tantas palomas en su cabeza, de ahí fuímos de compras,  me compré mi playera de colección, mi Big Ben, y el juego del camión, el policía , el soldado rojo, etc,  estaba yo encantada, y aparte cansada, ¡ah! y desencantada por ya no traer casi dinero, en realidad,  ése que gasté ya le estaba arriesgando hasta a no comer. De ahí fuímos a ver el Puente del Río Támesis, el Big Ben, que era lo que más quería ver de Londres, de ahí fuímos a que hablaran por teléfono a sus parientes, para que nos fueran a recoger al final del Metro, la pobre de Poli casi se hace pipí, y por fin encontramos un baño, ya nos fuímos en el Metro, y le hizo muy feo, se fué casi la luz, y raspaba a veces con las paredes, yo me asusté y pensé que nos íbamos a quedar atrapados en el túnel, toda la gente íba muy seria,  y se veían algo preocupados, yo iba platicando con una muchacha güerita, que se casó con un casi negrito de Marruecos, y lo curioso es que cuando hablaba con ellos, el acento del inglés, lo hablaba yo normal..., y en cambio con Poli y Betsi, me lo pegaban y hablaba yo medio "mocho". Llegamos al fin de la estación del Metro,  y al rato llegó el pariente a recogernos en un Mercedes Benz muy bonito, (hasta que se me hizo subirme a un Mercedes), y como si eso fuera poco, por supuesto que con el volante del lado derecho, así que, mucho más emocionante, yo estaba que ya me "moría de hambre",  por fin llegamos al departamento, conocí a toda la pequeña familia, la esposa, esposo e hijo, comimos bien riquísimo, arroz blanco y carne, le puse una salsa roja al arroz, que yo pensaba que era de morrón, ellos me lo advirtieron que estaba muuuy picante, pero yo les dije: "En México comemos mucho chile", y pensé: "para darle colorcito al arroz"..., y me di una "santa enchilada", era puro chile de árbol..., y de más chiles, y hasta hecho en molcajete y todo, les daba risa ver lo enchilada que estaba, y me dieron agua sola para tomar, de ahí nos fuímos a la sala,  y me daban disculpas por hablar en su idioma, pero claro que por mí no había problema, yo entendía que era el mismo caso,  que con Amparo y yo,  con Hans, otra cosa chistosa que pasó,  fué que cuando llegamos,  me dijeron que me quitara los zapatos, pero con pena y todo, les dije que no podía, que los traía taaan apestosos, que ni yo misma aguantaba "el olor", y era cierto, después de más de un mes, de andar con los mismos tenis,  y sin lavarlos. Lo chistoso,  era que ellos se quitaban los zapatos,  como para "no ensuciar la alfombra", pero la pobre olía a "puros pies...",  bueno,  en lo que ellos platicaban, yo veía la tele,  y estaba súper emocionada de ver el video de Robin Hood, la canción de Bryan Adams, que hasta le subieron el volúmen, después vimos la película, "Ghost", yo ya la había visto, luego nos llevaron de nuevo al Hotel Vernon, pero resultó que solo me iban  a llevar a mí, y ellas regresaron con sus parientes a dormir en su departamento, pero me dejaron recado con el muchacho de la recepción, de que en la mañana me iban a acompañar al aeropuerto, como habíamos quedado; la verdad me quedé algo preocupada, pues ya no tenía casi dinero, y si no llegaban,  yo tampoco tenía para el taxi, y aún en el metro yo sola,  y con tooodas las maletas...., era casi imposible.

     Bueno, al día siguiente me levanté temprano, pues el avión salía a las 11:am,  más o menos, recogí mis cosas, y me bajé a esperar a Poli y Betsi, se tardaron mucho, y yo estaba súper nerviosa,  y ya a punto de irme, pues no me podía dar el lujo de perder el avión, en eso llegaron,  y nos fuímos en el metro a la estación del tren, pero como Betsi caminaba taaaan rápido, y Poli taaaan despacio...., nos perdimos Poli y yo, y aparte lo malo,  era que Betsi llevaba una de mis maletas..., ahí sí me enojé..., y empecé a decir y a decir en español de cosas..., entonces que Poli se pone a gritar..., (¡pero con ganas!), ¡BETSI..., BETSI...!, y la gente se nos quedaba viendo como si fueramos locas..., pero lo bueno fué que resultó, pues al rato se oyó que gritaban también..., ¡POLI..., POLI!, y ¡por fin nos reunímos de nuevo!,  pero ahora,  sí le dije a Betsi que se esperara,  para no volvernos a perder. Llegamos a la estación del tren,  y cada rato me decía Betsi: "Don´t forrrrrget give me yourrrr adrrrrese", nos dimos nuestras direcciones rapidísimo,  (la cual, luego perdí en mi libreta),  y me acompañó Betsi a tomar el tren,  pero no nos dejaron pasar, porque había el rumor de una "amenaza de bomba",  en la estación,  los policías y todos en general, preferían estar seguros, antes de que saliera el tren que iba al aeropuerto, y me puse bien nerviosa, las manos me sudaban frío, y Betsi me decía: "Don´t Worrrrry, use yourrrr  brrrain",  y eso en reliadad me tranquilizó muchísimo, conocí mientras,  a una muchacha que después de estar platicando las 2 en inglés,  y ver que íbamos en el mismo vuelo 99,  de la aerolinea Pan Am, Londres-Miami, nos dimos cuenta que hablábamos español,  en cuanto ella me dijo que era de Guadalajara,  México, nos dió mucho gusto a las dos, al rato ya me dejaron pasar, me despedí de Betsi, porque Poli había ido a buscar un baño, de ahí me las arreglé sola con mis maletas y el carrito, corriendo desesperada,  para no perder de vista a la muchacha de Guadalajara,  para no perder el tren,  y luego que llegamos al aeropuerto,  lo mismo, sólo que ahí sí le batallé,  pues me revisaron como 2 veces las maletas,  y me hacían preguntas, de si nadie me había dado algún paquete de encargo, por aquello del relajo,  de que a veces,  hay gente que se aprovecha para pasar drogas, en fin, después de preguntar a mucha gente, me subí al avión,  y ya estando adentro, me sentí tranquila..., pues por lo menos, iba a estar por lo pronto...,¡ en  AMÉRICA!

     El vuelo fué tranquilo, dieron también muy rico de comer, y de merienda un chocolate como tipo sniker, y unas galletas irlandesas deliciosas, pero que me las comí,  ya aquí en mi cuarto, y por supuesto,  guardé la envoltura para mi "colección de envolturas de chocolates". En el camino,  platiqué con unos recién casados muy jóvenes, de Inglaterra, que iban de luna de miel a Miami, así como también,  aproveché para hacer una oración,  y decir a Dios..., "Eso que te había pedido de ir París..., y después morir..., ¡Era una broma!..., no quería que me lo fuera a hacer efectivo.... Llegamos bien a Miami, gracias a Dios, y de ahí pasamos a la aduana, por poco y me cobran, pero vieron cómo yo les dije, que eran puros regalos, y como no son rateros como los de aquí, me dejaron pasar sin problema. En lo que esperaba el siguiente vuelo, de Miami-México, fuí a ver tiendas en el aeropuerto, que es precioso, ahí compré la Barbie miniatura en patineta, también, mientras me la pasé platicando con una señora, nos subimos al avión, y ya desde ahí,  se empezaba a notar de nuevo,  "la cruda realidad", lo importante fué que todo salió bien, me divertí,  e hice realidad mi máximo sueño: "SUBIRME A LA TORRE EIFFEL".

     Me fueron a recoger mi Tía Tere, Juan Carlos y Tere, al rato,  me dí cuenta de que había olvidado mi libreta de apuntes,  en el teléfono del que les llamé, durante el camino a casa de mi Tia ,les platiqué  a todos, incluyendo a Lalo y a mi Tío Eduardo, los circos, maromas y teatros, y nos divertimos platicando.

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