Durante 10 años, estuve pensando," Quiero ir a Paris, quiero ir a Paris...", y se me concedió,... otra de mis frases era: ! Ver París, y después morir !...obviamente ya de regreso en el avión, le dije a Dios: ¡ Era una broma !,... afortunadamente todo salió bien, y aún recuerdo tantos momentos que pasaron como cuento de hadas, otros de suspenso y hasta miedo, pero estoy segura que mi Angel de la Guarda siempre estuvo al pendiente de mi.
ALEMANIA:
Llegué de París, después de haberme despedido de Angelines, me fueron a recibir a Stuttgart, Amparo y Hans, en el tren iba yo algo preocupada, no llevaba mucho cargamento, aunque ya pesaba...lo que en realidad me preocupaba, era que tenía como la sensación de que me había equivocado de tren, y que a lo mejor iba a otro lado, en realidad, eso me pasó como tres veces, de que iba a un lugar, y de repente pensaba que iba para otro lugar, pero para el caso de Stuttgart, le pregunté a una muchacha si sí era el tren de Stuttgart, y ella me dijo que no me preocupara, que ella también iba para allá, todavía me acuerdo de su cara, cuando llegamos, era ya casi para anochecer, nos dió muchísimo gusto a Amparo y a mí vernos, pues, desde que ella se fué a Estados Unidos y yo a Cancún, no nos habíamos visto, bueno sólo cuando vino de rápido, y hasta fué a la tiendita que tenía yo en el Hispano. Conocí a Hans, y de verdad hacen una bonita pareja, (una pequeña aclaración, ésto lo escribí 15 días después de haber llegado de Europa, en Octubre del 91, así que hay situaciones que ya cambiaron), me llevaron a comer-cenar, a un restaurante, ahí en Stuttgart, de un Italiano amigo de ellos, me pidieron la "Ensalada de la Casa", que nunca se me olvidará, de-li-cio-sa., de verdad que en Alemania comí como Reina, nos tomó el Sr. Italiano una foto ahí en el restaurante, les platiqué cómo me había ido durante todo el tiempo de mi recorrido, llegamos al departamento, está muy bonito, casi todo es en gris, azul cielo y blanco, tuvieron un detalle bien bonito ( bueno uno entre tantos ), me tenían de bienvenida unos dulces ( eran Raffaelo, de Ferrero Roché, que en aquel tiempo, aún no se conocían aquí en México) ,y una tarjeta de Bienvenida en la mesa del comedor, me arreglaron mi cama, que era en la sala , sofá-cama, en el cual dormía muy bien, aunque a veces no sabía dónde estaba, cuando a veces me despertaba en la noche; como cuando pensaba que estaba dentro de un Castillo, éso fué cuando ya había conocido el primero. Al día siguiente de mi llegada, que fué en viernes, desayunamos en la casa, y nos fuimos al Castillo de la postal, que me había enseñado la Mamá de Amparo, en la postal era invierno y estaba todo con nieve, nosotros lo vimos en pleno sol, Hans estacionó el coche, pues para llegar al castillo, teníamos que subir en una combi, el camino era angosto, con muchísima vegetación, bosque y de muchas vueltas al cerro, para fin de llegar a la cima.
Conocimos el Castillo con un grupo de personas, la guía hablaba sólo en alemán, así que Hans nos traducía a Amparo y a mí en inglés, la guía era bajita, güerita y de ojos verdes y amables, parecía un angelito, chaparrita y con unos cachetitos que se antojaba apretar. Vimos primero, el Árbol Genealógico de los Duques que vivieron ahí, estaba pintado en la sala de la entrada, nos dijo la guía que ése Castillo, estaba construído sobre las ruinas de otros 2, que fueron totalmente destruídos, el tercero, o sea éste, para fin de ganarle, lo tuvieron que " sitiar" los enemigos, y así durante un año, que fué lo más que aguantaron, pues se les acabaron las provisiones, y se murieron de hambre los" pobres ricos". Nos tuvimos que poner nuestros zapatos de "elefante", para no rallar el piso del Castillo. Vimos la Sala Azul, que era donde la Duquesa recibía a sus invitados, ahí les tomé foto a Amparo y Hans, junto a la foto de la Duquesa, que me llamó mucho la atención, por su gran parecido a la Mamá de Martha Elena, la misma mirada tierna y tranquila. Vimos el cuarto de armas, al que también fotografié. Terminó el recorrido, y vimos nosotros las Capillas: una Católica, otra Protestante y otra Anglicana, en una de ellas había una boda de verdad, pero que parecía de Cuento de Hadas, la fiesta era al aire libre, al mismo tiempo había en el Castillo la filmación de un comercial de un auto Japonés nuevo, para salir al mercado de Europa,¡ Que tal y a los mejor salimos hasta en el comercial!..(es broma). Hans se cortó y le puse Propóleo, estaba todo espantado y decía: ¡ qué es eso ! Vimos los últimos detalles, y nos bajamos en la combi, antes de irnos, fuí a la tienda de souvenirs y compré la calcomanía del Castillo. Nos fuimos a comer a Stuttgart, a un restaurante donde me dijo Amparo que se comía la carne más exquisita, pues todo pasa por un excelente control de calidad, y es verdad, estaba ¡deliciosa!, hasta le clavan con un palillo una banderita, donde dice que esa carne ya pasó la prueba de calidad, la sirven con una salsa exquisita ¡Ma que Cosa!.
Llegamos en la noche rendidos, pero felices, esa noche me acordé del comercial de Colchones Selter, que decía :"Despierta en Alemania", y pensé como que yo me había ganado el concurso, era como un sueño hecho realidad, pues cuando veía el comercial pensaba: " De haber sabido,... ya me compré mi colchón, me hubiera esperado "; y qué tal, se realizó mi sueño, por cierto,...ésa noche dormí muy bien, y soñando con el Castillo...
( ésta historia continuará.... )
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