martes, 13 de mayo de 2014

Mis memorias del Viejo..¡.Mundo! Elda, Alicante

     Cuando iba en el tren de Madrid a Alicante, me tenía que bajar obviamente en Elda, pero el tren sólo se detuvo como 2 minutos, y en lo que me levanté, por mi mini maleta morada, y en lo que quise abrir la puerta... ¡para afuera!, pues la tenía que abrir hacia adentro...; ¡me dejó el tren!, y me tuve que ir hasta Alicante, eso que 2 señoras y un señor del que sí me acuerdo de su cara, se portaron muy amables conmigo, y me ayudaron a abrir la puerta, pero el tren ya había empezado a caminar, y ya no me podía bajar, así  que les pregunté que cuánto se hacía de Elda a Alicante, yo pensé tal vez unas tres horas, pero para mi salvación eran sólo 15 minutos, así que en cuanto llegamos a   Alicante, pregunté cuál era el siguiente tren a Elda, me dijeron que era uno de tercera, pero no me importó; mientras fuí a comer algo en lo que se iba el tren; anunciaron la salida y me subí, y vaya que se notaba la diferencia de un tren de primera, en especial " El Talgo", a uno de tercera, los asientos eran súper incómodos, y el pasillo muy angosto, y tampoco tenían espacio para estirar las piernas, me tocó junto a una señora muy platicadora, que sí me acuerdo más o menos de su cara, la cual después de ir un rato platicando me dijo: " Y cómo es que habla ud. tan bien el español", y como yo le había dicho que venía de México, como que ella se quedó con la idea de América, y pensó que era de Estados Unidos, pero yo le aclaré que era de México, después, hasta me ayudó para que el tren no me fuera a dejar de nuevo, y hasta las demás personas estaban en expectación, y por fin me bajé en Elda, lo bueno fué que cuando salí de Madrid, de la estación de Chamartín, y que me quise comunicar para avisar a qué hora llegaba, y no pude, pues así no me estaban esperando y no se preocuparon. En cuanto llegué a la estación, que parecía de caricatura. a comparación de las demás por el tamaño,  fuí a buscar un teléfono, y sólo había fuera de la estación como a 100 pasos, y la verdad, en el momento en que estaba dentro de la cabina me dió miedo, pués se acercó un muchacho y pensé: " ¡ En la madre, a ver si no me roba la bolsa!, y como no había nadie, estaba aquello desolado, pero me preguntó si no le daba dinero para comer, y para que no se fuera a enojar le dí 200 pesetas, que por suerte llevaba en el pantalón, así que no tuve que abrir la bolsa; luego para hacer como que yo estaba tranquila y que no le tenía miedo, le pregunté si no pasaba por ahí un camión para ir a la ciudad, y no me entendía, y me dijo que si el "bus", y me dijo que sí pasaba uno; después que se fué por fin, llamé pero no pasaba la llamada, así que fuí a preguntar a unos trabajadores de la estación, y me dijeron que le tenía que aumentar un número, creo que el 3, así que me regresé a la cabina y marqué, y por fin me contestó Doña Caridad, ( Cari, de cariño ), un amor de Señora, muy amable me dijo que ya iba Pedro a recogerme, nada más que bajara del campo, y que lo esperara afuera de la cafetería de la estación, así lo hice, la cafetería, ( mini cafetería ), estaba cerrada, así que me senté en la orilla del escalón de entrada, y me puse a esperar a ver si reconocía a Pedro sólo por la foto, al rato llegó, pero ya no estaba segura de que fuera él, él tampoco me reconocía, pero como no había mucha gente, y yo era la única sentada en la cafetería, se acercó y me dijo: "¿Gina?", y yo le dije "¿Pedro?", y ya nos saludamos, él muy serio y muy amable me ayudó con la mini maleta, y luego luego íbamos a plática y plática, me platicó de su Boda con Pili y de su bebita Betty. Llegamos a la casa de campo y me presentó a Pili y a su  bebita Beatriz, me dijeron que prefieren llamarle así, en vez de Betty. Por la noche me llevaron a cenar con Don Plácido, Doña Cari, Agueda y Manolo, y la pasamos súper bien en un restaurante al aire libre, y Doña Cari me decía:"Plácido todavía no se la cree que estés aquí", yo estaba divertida, y tampoco me la creía, también antes de ir ahí, fuimos para que conociera su " Kiosco" de Don Plácido y Doña Cari, y me fascinó; en cuanto llegamos al Kiosco, comí un pan, una malteada de pomito de plástico y Pedro me regaló un chocolate, del cuál guardo la envoltura, en mi colección de envolturas de chocolates; bueno, después de la cena, que estuvo muy rica, me comí una torta de jamón serrano muy sabrosa, de ahí me fuí con Pili, Pedro, Agueda y Manolo a donde estaban sus 4 amigos, en un bar al aire libre, ahí estuvimos un rato viendo fotos, y de ahí fuímos a un bar muy bonito y original, donde nos tomamos fotos. Al día siguiente me dieron de desayunar un pan tostado muy rico, y Pedro me llevó a conocer el Puerto de Alicante, ví una tienda de bromas, y me gustó un seguro de broma, y él me lo pagó, luego fuimos rápido al Corte Inglés, y a hablar por teléfono a Madrid, a la Señora Carmen del Hostal Reconquista, para avisarle que llegaba ésa noche y que por favor me apartara habitación, luego me dijo Pedro si no tenía hambre, y dijo bien chistoso:   "Vamos a pegar un bocado", y fuímos a un pequeño restaurant  de barra, y me pidió unos bocados de salmón que estaban muy chiquitos, pero deliciosos, nunca lo había probado; (Ahora sé, que se trataba de las famosísimas "Tapas"), también me acompañó a la farmacia, a comprar una medicina para la garganta, pues andaba que me quería poner ronca, y si me sirvió, pues ya no me puse ronca.

     Nos regresamos a Elda, y de ahí nos fuímos a comer Pedro, Pili, Manolo y yo, antes de que me fuera a Madrid, y de ahí íbamos a ir al Kiosco, para despedirme de Don Plácido y Doña Cari, pero en el restaurant nos sirvieron muy tarde la comida, y a mí me urgía llegar a las 7 PM a Madrid, porque Angelines me iba a Hablar, para ponernos de acuerdo para la ida a París, a fin de cuentas llegamos al arreglo de que me iba en el tren de las 6 PM,  y Pedro se comprometía a llamar a Angelines, ya tranquilos comimos, y fuímos al departamento de Manolo y Agueda, que estaba muy bien decorado, y de ahí llamamos a Madrid con las Tías de Angelines, para avisarles que Pedro iba a llamar a las 7 PM, fué un verdadero relajo, pero todo salió bien gracias a Dios, luego nos fuímos al Kiosco, de ahí nos fuímos a la estación Elda-Petrel, y me esperaron hasta que me subí al tren, que también sólo paró un momento, me dió mucha tristeza despedirme, pero a la vez, iba muy contenta de haberlos conocido.

2 comentarios:

  1. Recuerdos, la mejor de las inversiones !!

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  2. claro recordar es volver a vivir , y a mi me encanta recordar lo bueno que me haya pasado

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