sábado, 3 de mayo de 2014

CAMILA

     Quienes no hayan conocido a "Camila", se la perdieron...y ¿Quién era Camila...? Era una mujer como ya no las hay,... pero su recuerdo  ha quedado tatuado en mi alma, mente y corazón, a pesar de habernos dejado hace ya 32 años..., no ha pasado un sólo día en que no la recuerde, o a alguna de sus ocurrencias..., bueno,  ya decifraré el dilema: Camila era mi "Abue ", como yo siempre la llamé; Madre de mi Madre y...¡ A toda madre!

     Comenzaré por dar algunos datos, de su personalidad encantadora: Era muy optimista, dicharachera, entre sus, dichos" muy de ella", eran: " Pensando me voy pensando...,pensando me vuelvo loco" ; el otro, que la caracterizaba era:" Mejor hablemos de potrillos...", este significaba, que cuando estábamos platicando, y esa plática se empezaba a poner algo triste, o muy seria, era como "mejor cambiemos de tema", todos los que tuvimos la suerte de conocerla, sabíamos que decir: " Camila", era igual a relacionarla con sus graciosos dichos. Era muy limpia, estupenda cocinera, muy devota del Sagrado Corazón de Jesús, y La Virgen de La Luz, muy buena para caminar, y lo que siempre la caracterizó,  fueron sus francas carcajadas contagiosas.

     Bueno, y eso que apenas estamos comenzando, ahora trataré de " ahondar " más en el tema...

     Desde que yo tenía unos 4 años aprox., recuerdo que cada año, para las vacaciones largas, ( que duraban casi 3 meses ), mi Mamá me llevaba a México D.F., a pasarlos con mi Abue, y yo encantada de la vida, pues sabía que sería una temporada de ser muy consentida, y la pasaba muy bien, pero, como buena niña acostumbrada a su Mamá, llegaba el momento en que la extrañaba, y me daba mucha tristeza no estar con ella, y recuerdo que me sentaba en el pequeño balcón del departamento, y cuando veía un avión, pensaba que tal vez mi Mamá vendría ya por mí; mi Abuelita y Tíos ( Rodolfo, Tere y Coco ), trataban de consolarme, pues yo lloraba y lloraba y les decía: " Toi Tiste ", a ellos les parecía " gracioso ", pero yo en realidad, la extrañaba mucho.

     Aún recuerdo muy bien, las tardes en que llegaban mis Tíos del trabajo, y mi Abue ya les tenía preparada una deliciosa merienda, pero un día...la rutina se rompió...como suele suceder en la vida...así pues, estaba mi Abue por la tarde lavando el baño, cuando ¡CUAZ!...¡ Se le tiraron toooodas sus llaves por la coladera !; yo no daba crédito,  y me empezé a apanicar, pues en mi inocencia, yo no sabía que se podían sacar duplicados, así que comenzé a llorar y a gritar al mismo tiempo:¡No pele sel Abelita!, ¡ Que mi Papá te lé sus llaves...que mi Mamá te lé sus llaves...que mi Tío te lé sus llaves...¡Que toodos te len sus llaves!, y así continuaba la letanía de posibles donadores de llaves..., ella finalmente me dijo: ¡ No te preocupes !, Tu Tía va a sacar otras,  y comenzó a reír,  y me abrazó para consolarme.

     Las comidas eran tan deliciosas, pues siempre tenían el " ingrediente secreto",  ya saben...Amor, pero para mí las meriendas eran algo aún más especial, pues había pan, y el rico chocolate " Ibarra ", que preparaba mi Abue, " A la antigüita ",con molinillo. Mientras merendábamos, algunas veces, llegó a pasar, que se me tiraba sin querer la taza de chocolate, y mi Abue inmediatamente decía: ¡ Ya se te trastornó !, y tomaba uno de sus trapitos,  para limpiar rápidamente, y después, muy tranquila decía: " No te preocupes ". Parece increíble, pero, jamás me regañó.

     Mi Abue me regaló un pequeño monedero de piel, en el que yo guardaba las monedas de 5 centavos, (las que tenían a Josefa Ortíz de Dominguez), las cuales me iban dando entre mis tíos y ella, para mí era como "una pequeña fortuna", y la "fortuna" el día de hoy,  es que aún conservo ése pequeño monedero como uno de mis "Tesoros más preciados".

     Años después, tal vez unos 8, se vino a vivir a León, y yo ¡ felíz ! de poder verla más a menudo, así pude conocer más sobre ella, como por ej: la tierna " manía " que tenía, de siempre lavar los envases de refresco,      - antes de abrirlo -, y a lavarlo me refiero a " agua y jabón "; también era " clásico " de ella, que todas las noches, se tomaba un Sidral Mundet, se levantaba y daba traguitos. Algo más, característico de ella, era su curiosidad por cuidar su aseo personal, pues lavaba y perfumaba sus " Chales ", ( cuando se acostumbraba llevar chal al templo ), sus zapatos siempre perfectamente boleados, su peinado de " chonguito ", sus medias de seda, ( qué esperanzas que saliera a la calle, sin sus medias de seda ), sus largas caminatas para ir a misa, desde La Merced,  hasta El Expiatorio, en lo que ella daba 2 pasos, yo tenía que dar 5, para alcanzarla, y gracias a sus grandes caminatas, tenía unas piernas muy bien torneadas, alguna vez platicó, que estaba muy molesta, porque un " viejillo ", iba tras ella diciéndole, a sus casi 80 años, que qué buenas piernas tenía.

     Su comida era exquisita, nunca he vuelto a probar algo como su " Pollo Almendrado ", su " Pozole con cabeza de puerco ", - del cual pelaba grano por grano -, su consomé de pollo, sus frijoles refritos, espolvoreados con chile ancho asado, su espinazo con nopales...etc.( ¡Ya se me hizo agua la boca...!)

     Mi Abue, al ir en coche ó camión, siempre iba " bien agarrada ", fuera quien fuera manejando, siempre muy precavida, para evitar algún percance, causado por algún frenón inesperado.

     Para ella, la vida era para disfrutarse, le gustaba criar gallinas, sembrar su propio chile piquín, en sus macetitas de latas; ir todos los días a misa, y los domingos,...¡ Hasta 3 veces!, y si se podía más, pues más...recuerdo que era salir de un templo y entrar a otro... ¡ ah ! y me compraba mini panecitos benditos.

     Sólo la ví llorar una vez,...estábamos en su recámara, sentadas una frente a la otra, felizmente platicando, cuando inesperadamente, rompió en llanto, y tapándose su carita con sus manos, me dijo:¡No me quiero morir!, yo traté de consolarla, pero no sabía que decirle... en ésa ocasión, ella gozaba de buena salud, pero probablemente ella, ya se imaginaba que su fin estaba cerca.

     No quiero dejar pasar algo  muy chistoso, que un día me platicó: y era que a ella de niña, le encantaba andar trepada en los árboles, y a mi hermana Morusa, le platicó que tenía su caballo, con su propia "albarda", que era el asiento de caballo, para dama.


     Mi Abuelito Jorge, la vió por primera vez, con un vestido Azul Celeste, él quedó prendado de ella,  fué un domingo a pedir su mano, y ella creyó, que era para pedir la mano de una de sus hermanas,...¡Pero era la de ella.!

     En una ocasión, operaron a mi Abue, y le habían llevado una figura de un Niño Jesús,  para que estuviera durante la operacíón, cuando ésta terminó, mandaron a mi hermana mayor Morusa, a recoger la figura del Niño Jesús, y como era un  hospital de monjas, una de ellas le preguntó a mi hermana: ¿ A dónde vas ?-al ver que quería entrar a la sala de operaciones- y mi hermana le respondió: "Voy a recoger al Niño de mi Abuelita ", y la monja sorprendida le preguntó con admiración: ¡¿Tu abuelita tuvo un niño?!,... y mi hermana le contesta: ... No Madre, vengo a recoger la figura del Niño Jesús.

     Ya para terminar, sólo quiero añadir, que murió de cáncer, pero fué muy valiente, aunque sufrió mucho, ella sólo pedía que le dieran paletas de nieve de limón, para calmar sus dolores; murió un 6 de abril de 1982, a la edad de 85 años...,yo escuché la noticia, que le enviaron a mi Papá por " Enlaces Radiofónicos ", donde decían: " La Abue Camila, ya falleció...", y ése día,... ¡ Hubo fiesta en el cielo !,... pues ya la esperaban...

                                                        ¡ TE QUIERO ABUE !

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