domingo, 27 de marzo de 2016

Dos, en una misma sintonía.


     Cuando se vive con una enfermedad como el cáncer, no es fácil encontrar a alguien en quien volcar ese sufrimiento, no sólo corporal, sino el interno, el cual no pocas veces resulta ser más doloroso.

     En mi caso, tengo la fortuna de contar con una gran amiga, que ha sido mi apoyo incondicional desde el 2010, y hasta hoy, ¿ y cuál es la razón?, esa razón es que ella lo ha padecido durante 10 años y un poco más.

     Aún recuerdo la vez que me llamó y me dijo con voz seria y firme: "Tengo cáncer", mi reacción fué la natural: ¡no!, claro, el ser humano siempre tratará de negar lo innegable, tal vez con la eperanza de que en realidad no sea así..., traté de comprenderla..., pero los antecedentes del cáncer en mi vida eran vagos, pero uno en especial me dejó marcada: " Liz , la madre de una de mis mejores amigas "; y cuando ví que esa enfermedad cruel y traicionera atacaba a una de mis mejores amigas, no lo podía creer.

     Lola comenzó su tratamiento de quimioterapia, perdió su cabello, cejas, pestañas, sus facciones se mantenían, pero una vez más, alguien adoptaba el rostro característico de un enfermo de cáncer...

     Al encontrarnos un día por la calle, comenzó a platicarme sobre su tratamiento..., cada 21 días, por la vena, quimio roja, durante 6 horas ó más, sentada en un mesabanco de escuela, en el Hospital General..., yo la escuchaba, no sé exactamente que expresión reflejaba mi rostro..., pero ella con una sonrisa paró de hablar y me dice; " Georgina, no entiendes nada de lo que  te estoy diciendo, ¿verdad?, yo le respondí con algo de pena: " No, sinceramente..., no ".

     Cuando se vive con cáncer, cada persona lo enfrentará de una manera diferente, de acuerdo a su situación económica, familiar, espiritual y emocional. En el caso de Lola , afectó a todos esos ámbitos, unos en mayor y otros en menor grado.

     Ella hasta el día de hoy, ha sido un gran ejemplo a seguir, con gran enetereza. Yo la escucho, ella me escucha, nos aconsejamos mutuamente sobre remedios, datos que nos pueden ayudar a sobrellevar la enfermedad. Quien no la esté padeciendo, es muy difícil que lo entienda, pueden tratar, y de corazón, pero ésto sólo lo pueden comprender...,  dos almas en la misma sintonía...

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