domingo, 8 de junio de 2014

Te quiero más que a la sal...

     La sal, a pesar de ser un grano minúsculo, es un elemento indispensable para la sobrevivencia del Ser Humano...

     Tenemos frases como: ¡Estoy salado!..., y sí..., ¡Somos sal!, está en nosotros..., tiene mala reputación..., pero es buena.

     Recuerdo,  que cuando aún vivía mi hermana Pigus, y cuando estábamos comiendo, ella a veces me pedía que le pasara el salero, y a mi me gustaba hacerla reir, y yo al pasárselo le "bailaba", con mis brazos hacia arriba, al estilo baile Flamenco, o sea , le pasaba "El Salero Español"..., y ella sonreía.

     Hoy quise hablar de la sal, porque recordé una bella historia, en que la idea,  que cada quien tiene del amor..., "Es relativa"...

     Había una vez, un Rey que tenía 3 hijas, un día las mandó llamar a las 3, pues tenía "La curiosidad" de saber, que "tanto" sus hijas lo querían, así que preguntó a la mayor: "Hija: ¿Cuánto me quieres?", y ella sin dudar le contesta: " Padre, yo te quiero más que al sol, la luna y las estrellas", el Rey quedó complacido, y en seguida pregunta a la segunda hija: "¿Y tú? ¿Cuánto me quieres?", ella inmediatamente le contestó:  "Padre te quiero más que a todo el oro, plata y piedras preciosas que hay en la tierra"; el Rey muy complacido, hace la misma pregunta a la hija menor: "Pequeña, y tú, ¿Cuánto me quieres?", la hija menor, sin dudarlo le contesta muy emocionada: "¡Padre, te quiero más que a la sal!", el Rey al escuchar esa respuesta, coléricamente mandó a los guardias, que llevaran de inmediato,  a su hija menor al calabozo, pues él concideró que era muy poco lo que su hija lo quería, la hija, no comprendía  que era lo que había molestado tanto a su Padre.

     La Reina, como buena Madre, se sentía muy afligida, de que su hija tuviera que permanecer en ése horrendo lugar, así que decidió poner a prueba al Rey de lo equivocado que estaba, entonces pidió a los Cocineros Reales, que a partir de ese día, harían solamente la comida para el Rey, sin sazón alguno; así lo hicieron, y al servir la comida, todos saboreaban las delicias, que les habían sido servidas..., pero había alguien, que no estaba muy complacido del sabor de la comida..., y era precisamente el Rey..., pero no dijo nada, lo dejó pasar por días, hasta que llegó el día en que dijo: ¡Por favor!, ¡Que alguien me traiga la sal!, ¡Cómo es posible, que se les olvide algo tan importante!. Obviamente el Rey, no sabía que por días, él era el único que había estado comiendo sin sal, por órdenes de la Reina, quien finalmente le dijo: ¿Ahora entiendes, cuánto te quiere tu hija?...El Rey, inmediatamente comprendió, y mandó sacar a su hija del calabozo, y se disculpó con ella, y a partir de ese día, el Rey comprendió, que no siempre el valor de las cosas está en lo" Inmenso o lujoso, sino que en lo muy, muy pequeño,  se puede guardar un gran valor.

     Espero les  haya gustado éste cuento, que ví hace muuuchos años en la televisión, creo que era de los "Cuentos de Cachirulo", y creo que nos deja una gran enseñanza, sobre lo que realmente es importante, por eso comencé diciéndoles...,  que "Cada quien, tiene una idea relativa del amor..."

2 comentarios:

  1. Holaa!!muy bella reflexión. Está película me encanta,hace 14 años que la busco,la vi tan sólo una ves y siempre he qyerido volver a verla pero nose su nombre,tu sabes dónde encontrarla?? Te agradecería mucho si me ayudaras,gracias y Dios te bendiga.

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  2. Holaa!!muy bella reflexión. Está película me encanta,hace 14 años que la busco,la vi tan sólo una ves y siempre he qyerido volver a verla pero nose su nombre,tu sabes dónde encontrarla?? Te agradecería mucho si me ayudaras,gracias y Dios te bendiga.

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